El multipremiado corto español del mismo título llega en formato largometraje enriqueciendo el tenebroso universo rural creado cuatro años atrás. Los primeros minutos nos cuentan más o menos lo mismo que el cortometraje primigenio, añadiendo nuevos matices, para después dar paso al desarrollo de las motivaciones y relaciones de sus personajes, y sobre todo de su protagonista femenina, lo mejor con diferencia de la cinta gracias a la soberbia interpretación de Laura Galán. Gracias a ella vemos como el miedo puede provenir de muchos sitios diferentes, y en este caso asusta más el menos ficticio de todos y que por desgracia vive mucha gente en sus propias carnes cada día, por lo que si durante la película te pones de parte del asesino, no te lo tendremos en cuenta.
Mi puntuación: 6/10