A lo largo de apenas hora y cuarto, esta comedia francesa del peculiar e ingenioso director y guionista Quentin Dupieux, hace una crítica poco sutil aunque muy disparatada, de las obsesiones principales de mujeres y hombres. De este modo asistiremos a una serie de gags donde el absurdo y la sátira se mezclan de forma certera, siendo imposible no reírse de ciertas barbaridades o asombrarse con algunas ocurrencias. Tal y como se aprecia en el cartel de la película, cuatro son los personajes principales, todos ellos bien caricaturizados por sus respectivos intérpretes para cumplir su misión de hacernos reflexionar sobre nuestras prioridades mientras logran lo más importante, hacernos pasar un buen rato.
Mi puntuación: 6/10
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