Drama, thriller y terror, todos estos géneros tienen cabida en esta modesta pero intensa producción malagueña en la que la una amplia variedad de emociones están a flor de piel durante los menos de noventa minutos que dura. Un metraje ideal para contar una historia que no se anda con rodeos, y que desde el primer minuto ya impacta al espectador, algo que afortunadamente consigue en continuas ocasiones. Esto no sería posible sin la magnífica labor de su trío protagonista, quienes interpretan a la perfección unos personajes cuyos demonios interiores salen a la luz de las formas más inesperadas en una película rodada con esmero y con una sencilla aunque eficaz puesta en escena.
Mi puntuación: 7/10