Poco se le puede exigir a una comedia romántica más allá de entretener, hacernos sonreír y emocionarnos en algún ocasión. Nada de esto ocurre con esta película en la que no solamente falla un guión donde las diferentes historias que se cruzan se desarrollan y acaban según lo previsto sin despertar el más mínimo interés, sino que además está llena de errores de montaje, chistes sin gracia y un diseño de producción casero típico del telefilme de sobremesa donde una larga lista de actores conocidos deambulan en pantalla con unos personajes planos y sin rumbo definido. Lo único bueno, las tomas falsas, que a diferencia del resto de la película, te ríes con ellas, y no de ellas.
Mi puntuación: 1/10