El vacío cinematográfico entre La venganza de los Sith y Una nueva esperanza se pretende llenar parcialmente con esta miniserie de seis capítulos que nos narra unos hechos situados a medio camino cronológico de ambas películas. Y a priori, la expectativa de un duelo entre Obi-Wan y Vader es más que llamativa, y de hecho tiene lugar, pero acaba siendo lo de menos dentro de una aventura genérica y repetitiva en la que una jovencísima y repelente princesa Leia copa el protagonismo a lo largo un cúmulo persecuciones y peleas absurdas con un irrelevante Luke y varios insustanciales nuevos personajes.
Por lo que tras cuatro horas de metraje esta miniserie nos deja casi en el mismo punto argumental en el que estábamos al principio, sin aportar nada que no supiéramos ni lograr enriquecer los personajes lo suficiente como para justificar su creación. Cabe reconocer que en términos técnicos, como no podía ser de otra manera, está a la altura de las circunstancias galácticas, con grandes escenarios, buenas coreografías y espectaculares efectos especiales, pero poco más se puede rascar aparte de disfrutar de nuevo de Ewan McGregor en un papel que le va como anillo al dedo.
Después de haber anunciado su participación y estreno europeo en la sección Noves Visions del Festival Internacional de Sitges, La Paradoja de Antares anuncia su estreno internacional en la 17 edición de Fantastic Fest en Texas (EEUU) que tendrá lugar del 22 al 29 de septiembre.
La película, escrita y dirigida por Luis Tinoco, corre a cargo del estudio de efectos visuales Onirikal Studio, quien regresa a la producción cinematográfica después del éxito del multipremiado cortometraje de ciencia ficción Caronte.
La Paradoja de Antares es un thriller dramático rodado durante tres semanas en una única localización: un set creado en las instalaciones de la propia productora. Andrea Trepat (Mar de Plástico, Gran Hotel, Amar es para siempre, etc.) da vida a Alexandra Baeza, el personaje central y protagonista que tendrá que enfrentarse a unasituación límite sin igual.
El reparto se completa con los siguientes actores y actrices: Aleida Torrent, David Ramírez y Jaume de Sans, además de la colaboración especial de José Luis Crespo (Quantum Fracture), youtuber y divulgador científico con millones de seguidores.
Sinopsis
Alexandra,
científica de guardia de un radiotelescopio, recibe una señal que
podría responder a una de las preguntas más trascendentales de la
humanidad. Solo tiene un par de horas para verificarla, pero un
inesperado problema familiar le obligará a librar una dramática lucha
interna en una carrera contra reloj por desvelar uno de los mayores
misterios del universo.
En palabras de su director y guionista, Luis Tinoco, “La
Paradoja de Antares es una apuesta por un tipo de cine independiente
donde prima la originalidad del guión, la trama y las interpretaciones.
El trabajo minucioso de investigación científica y los ensayos con los
actores, quienes han tenido libertad para hacer suyos los diálogos, han
sido claves para dar verosimilitud y naturalidad a la película”.
La Paradoja de Antares cuenta con la música de Arnau Bataller (Rec 4, Way Down, A Perfect Day, etc.), recientemente nominado al Premio Goya y ganador del Premio Gaudí 2022 por Mediterráneo; el diseño de sonido corre a cargo de Andrey Francés (Keloid, The Host Of The Heaven, Null, etc.); Frank Gutierrez se encarga del montaje (La teta asustada, Una pistola en cada mano); y la propia Onirikal Studio de los efectos visuales.
Su guionista y director, Luis Tinoco, ha estado nominado a los Premios Goya y Premios Gaudí. Cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria de los efectos visuales para cine, ha trabajado para películas como Interstellar de Christopher Nolan, ganadora del Premio Oscar a los Mejores Efectos Visuales; además de otros blockbusters de Hollywood como Hercules: The Thracian Wars de Brett Ratner (X-Men, Red Dragon, Prison Break, etc.).
Sobre Onirikal Studio
El estudio es conocido por ser el responsable de los efectos visuales de más de 100 proyectos de cine y TV, tanto nacionales como internacionales, entre los que destacan títulos como Hellboy (Neil Marshall, 2019). Ha trabajado para clientes de la talla de Netflix, Amazon, Warner Bros, BBC o Free Scott, entre otros.
En 2016 el estudio inició la producción de proyectos audiovisuales propios con el cortometraje Caronte, ganador de 65 premios internacionales y seleccionado en más de 200 festivales. Actualmente ha realizado La Paradoja de Antares, ópera prima de su director Luis Tinoco.
Entre efectos gráficos sin mesura, drones a todo pasto y cabriolas imposibles pasan los ciento treinta minutos de una cinta coreana que intenta petarlo en Netflix. Nada tiene lógica ni sentido, es la acción por la acción, la sangre por la sangre sin importar fondo o forma en momento alguno. Desde infectados tipo 28 días hasta agentes dobles/triples y cualquier otra descabellada ocurrencia, de todo han metido, aunque sea a empujones, en esta desacomplejada insensatez que nos llega desde la pujante cinematografía surcoreana en su intento de hacerse un hueco en el mercado internacional. No andan escasos de medios, técnica e imaginación, lo demuestran una y otra vez. Si deciden verla háganlo sin prejuicios y dispuestos a aceptar pulpo como animal de compañía, esa es la única manera de pasar un buen rato.