Los ojos de un hombre de mediana edad que sufre una crisis de identidad propia, y en parte ajena, sirven como vehículo para mostrarnos los mecanismos del amor y el desamor como una metáfora. Este planteamiento tan profundo se nos presenta de manera sencilla y entendible para todo el mundo y con un tipo de animación stop-motion tan realista y cercana como la mayoría de diálogos que escuchamos. Dulce, divertida y con personajes entrañables, esta peculiar comedia romántica melodramática sobre la vida, te cautivará melosa y reflexivamente sin que te des cuenta.
Mi puntuación: 7/10