Woody
Allen en estado puro, una comedia que sucede en Nueva York con él mismo de
protagonista haciendo el papel que mejor se le da. Si te gusta su estilo te
encantará, si no, te parecerá una tontería, y si te es indiferente como a mí la
verás como una obra de mero entretenimiento con momentos realmente buenos,
otros algo aburridos pero sin perder su esencia y ganándose el interés del
espectador a medida que avanzan los minutos y la historia se vuelve cada vez
más disparatada.
Mi puntuación: 6/10