A lo largo de diez fines de año y/o años nuevos consecutivos, desde el dos mil quince hasta el dos mil veinticuatro, nos explican la relación que surge entre sus dos protagonistas, en lo que supone un viaje muy personal, y que pese a la restricción de tiempo existente, da lugar a descubrir como ha sido y está siendo su vida antes y después de esos momentos, conocer a sus mejores amigos y familiares más directos e incluso intuir la situación global de una sociedad española marcada por la pre y post pandemia.
Este punto de partida es cuanto menos ingenioso, pero se pierde en su propia premisa intentando darse más trascendencia de la que tiene, mostrando unos comportamientos con los que es difícil de empatizar en muchos momentos, y con escenarios fijos y situaciones reiterativas que en demasiadas ocasiones se tornan tediosas y monótonas. Si bien las motivaciones de sus inmaduros y a veces incoherentes personajes protagonistas no quedan muy claras, ya que ni ellos mismos saben lo que quieren, lo cual podría ser muy realista en los tiempos que vivimos, la necesidad de que haya evolución y cambios de un año a otro provoca cambios excesivamente repentinos y explicados por omisión o de forma forzada.
De este modo, y al menos en mi caso, con el paso de los capítulos sus dos protagonistas me van cayendo cada vez peor, e incluso sacando de quicio con si actitud, y siendo ellos el eje central de esta serie, ha provocado que no la haya disfrutado tanto como habría gustado. Tampoco ayuda las altas expectativas depositadas sabiendo los nombres de sus responsables y la altísima calidad de sus obras anteriores.
Mi puntuación: 4/10