Tres años después de lanzar el corto homónimo, y de haber dirigido muchísimos más, su realizador y guionista Ryan Kruger se estrena con este largometraje que parece una amalgama alucinógena entre un videoclip de The Prodigy y la mítica E.T. el extraterrestre, salvando mucho las distancias. Básicamente asistimos impertérritos como su protagonista, brillantemente interpretado y desatado por Gary Green todo sea dicho, a una bacanal de drogas, perversiones, enfermos mentales y escenas desagradables, ya sean de índole sexual o escatológica, que lejos de aportar chicha argumental o un mínimo mensaje, sirven de excusa de perfecta para arrancar aplausos y vítores en un contexto festivalero, lo cual ya es mucho.
Mi puntuación: 6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.