Secuela tardía de "Black Water" en la que la temática, naturalmente, va de lo mismo: los cocodrilos australianos se dedican a zamparse a todo humano viviente, con independencia de nacionalidad, raza o ceros en la cuenta corriente. Esta vez el protagonismo "mandibular" lo tiene un único y voraz saurio que pone en aprietos a unos incautos espeleólogos aficionados. Tanto da si es por debajo o por encima de la superficie, nada nuevo cabe, ni cabría esperar, así que lo que se va a encontrar el amigo lector, si tiene la ocasión de verla, es una sucesión de angustias, claustrofobias y mordiscos a todo pasto puestos en pantalla con la competencia y maña suficientes que invitan a quedarse hasta el final.
Puntuación @tomgut65: 5/10
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