Con un presupuesto pequeño pero con enorme imaginación han creado esta modesta cinta japonesa que desarrolla un nuevo concepto de bucles temporales en clave de comedia. En poco más de una trepidante hora, rodada en un solo plano secuencia, asistimos junto a sus protagonistas a un asombroso descubrimiento, que si bien aprovechan de un modo bastante ingenuo, da el suficiente juego como para divertirnos y sacarnos un buen número de risas en continuas fracciones de ciento veinte segundos. Eso sí, como consecuencia de su propio planteamiento la película cae en la reiteración en varios momentos, conforme se acerca el desenlace la cosa se desmadra exponencialmente, por lo que será complicado entenderla en su totalidad, aunque sin duda nos entretendrá con suma facilidad.
Mi puntuación: 7/10
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