No supone esta entrega cinematográfica de los superhéroes Marvel un cambio o un avance en historia y desarrollo, el guion es casi un calco de Spiderman o Hulk, por citar solo a un par. Si es novedoso que Tom Hardy y Michelle Williams, actores de enorme talla, acaben en lo que se podría denominar "producto alimenticio" y marcadamente comercial, aunque por justicia no se les puede negar el derecho a marcarse un respiro artístico, y crematístico, de vez en cuando. Tampoco negaremos que "Venom" es un gran espectáculo, ameno a tope, con grandes efectos especiales como corresponde, y una duración contenida que no satura a la concurrencia. ¿Que no está entre las veinte mejores películas del subgénero?, no importa, la diversión está asegurada, sin obviar que los de Marvel son capaces de hacerlo mejor, mucho mejor.
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