Esta misma historia contada de otro modo se perdería en el olvido, pero pones a un Nicolas Cage al frente desatado, un montón de enajenados mentales y una puesta en escena demoledora, y el resultado es cuanto menos estimulante. Hay que reconocer que hasta que empieza lo bueno hay una serie de escenas donde se les va la mano con los delirios y las alucinaciones, aunque esa misma locura visual, cuando se transforma en violencia desmedida, funciona a la perfección resultando tan perturbadora como disfrutable. Para bien y para mal es una película excesiva y extrema, la adorarás o la odiarás, no hay más.
Mi puntuación: 6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.