Estamos ante una especie de Fargo ambientado en la India donde el secuestro de una persona cercana generará un cúmulo de situaciones con inesperadas consecuencias. A diferencia de la obra maestra de los Coen, en esta película no hay hueco para el humor, ni siquiera negro, y toda la trama, y aunque el póster da lugar a confusión, está impregnada de un halo de seriedad y trascendencia que se confirma con continuos flashbacks extremadamente trágicos. Por otro lado las actuaciones no destacan especialmente por su calidad, aunque se compensan con una buena puesta en escena que consigue introducirnos con atino en un turbio mundo plagado de envidias y traiciones.
Mi puntuación: 5/10
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