Séptima parte, y por lo visto no será la última, de esta franquicia de terror protagonizada por el popular muñeco diabólico que recupera al actor, ahora adulto ya, que lo sufrió en las dos primeras películas, y que no se corta a la hora de ser tan grosero y sangriento como de costumbre. La cinta destila un aroma bastante cutre tanto en puesta en escena como en diálogos absurdos, tirando constantemente de referencias a las anteriores películas con la intención de agradar a unos fans a los que ya le cuesta disfrutar de esta saga, así que para los que no adoren a Chucky esta entrega no les hará cambiar de opinión.
Mi puntuación: 4/10
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