Una metáfora de lo dura que pueda ser la vida adulta, y las responsabilidades que conlleva, rodada como si de una capítulo especial de la serie Community se tratara, tanto por el paranoico laberinto casero de cartón que aparece como por la estética visual que tiene, aunque en este caso con varios elementos fantasiosos simbólicos de por medio. La idea, es sin duda original y simpática de entrada, con un tono cómico de sitcom y secundarios variopintos para amenizar la velada, pero se agota antes de llegar al ecuador, ya que precisamente no debería alargarse más de lo que duran dos episodios de una comedia televisiva cualquier ya que al final se pierde dentro de su propio laberinto argumental.
Mi puntuación: 4/10
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