Cine dentro del cine, de zombis y con bichos zombificadores que entran y salen como en una película de enredo vodevilesco. Los que hayan visto y disfrutado de la maravilla nipona titulada One cut of the dead le pillarán el tranquillo rápidamente a esta cinta noruega; no es que sea lo mismo, aunque juega a lo mismo (esperamos que se entienda tan redundante licencia explicativa). No es plato de gusto para toda clase de mesas, oscila sobre el alambre de la confusión y el caos y debería reírse más de sí misma, pero tiene la sustancia aceptable que facilita un apreciable esparcimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.