El ser humano es imperfecto por naturaleza, y sus obras, por muy bienintencionadas que sean, también. Un ejemplo de ello es la ONU y su programa “Petróleo por Alimentos”, puesto en marcha tras la guerra de Irak, y minado de principio a fin por la corrupción. El escándalo fue destapado por un funcionario del organismo supranacional a principios de los dos mil. Esa es la película del danés Per Fly, y no es moco de pavo llevar a la pantalla tal trama internacional. No obstante sale airoso del empeño, consigue hacer inteligible al desinformado el farragoso método con el que sacaron tajada tanta gente. Narrativa y visualmente plana, sin alardes presupuestarios ni técnicos, son los hechos reales recreados los que dan valor a esta co-producción. Ah, y Ben Kingsley, claro.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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