Tiene
suerte David O. Russell de contar con actores de categoría para sus largometrajes porque si dependiera de su dirección carente de alma lo tendría muy crudo. En
este caso además tenemos un guión cuya trama es lo más convencional de los últimos
años y que únicamente se salva por ciertas conversaciones ingeniosas. Eso sí,
debo reconocer que Jennifer Lawrence hace un buen papel, al igual que Amy
Adams, y por supuesto Christian Bale vuelve a demostrar que es uno de los mejores
actores del momento deleitándonos con una magistral interpretación que compensa
lo larga que se acaba haciendo esta pasable película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.