Menos
mal que los responsables de mancillar tan brillante saga son los mismos que la iniciaron
porque si no ya estarían en la hoguera todos. La lista de cagadas es
innumerable, empezando por una nevera voladora y acabando por un final sin pies
ni cabeza. Por el camino nos encontramos con escenas de acción ridículas, abuso
masivo del CGI, un Shia LaBeouf al que dan ganas de tirar por un precipicio y un
Indiana Jones desdibujado al que han robado su electrizante personalidad. Pocos
argumentos quedan para defenderla si hasta el propio Spielberg tiene dudas de
ella.
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