El director de la trepidante Hardcore Henry, el guionista de la saga Jonh Wick y Bob "Saul Goodman" Odenkirk al frente forman este explosivo cóctel que ofrece ni más ni menos lo que se espera de él, acción a raudales sin descanso a base de peleas descarnadas y tiroteos a diestro y siniestro. Todo ello condensando en poco menos de hora y media en la que la diversión no cesa un instante, salpicada de vez en cuando con un toque de humor negro, y por supuesto, de muchísima sangre surgida de las despiadadas manos de su irreconocible protagonista, quien resulta sorprendentemente convincente. Un último deseo que mucha gente compartirá tras ver la película, ojalá en el futuro el camino de este Don Nadie se cruce con el de John Wick, sería legendario.
Mi puntuación: 6/10
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