En solamente tres años el director Howard Hawks firmó tres de las comedias más divertidas y relevantes de la historia del cine, empezando con La fiera de mi niña, seguida de Luna nueva y por último la que nos ocupa, quizás la más comedida y entrañable de todas, y la menos alocada. A diferencia de las demás, el ritmo narrativo es bastante pausado, algo que fomenta ser la más extensa del terceto, además de destilar ternura a borbotones gracias a los siete entrañables científicos que acompañan a una pareja protagonista cuya química en pantalla es palpable. Como no puede ser de otro modo dada la época en que se rodó, estamos ante una película de amores espontáneos e ingenuidad extrema, pero tan agradable como inofensiva.
Mi puntuación: 7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.