Cuarto año consecutivo en el que asistimos a Terrormolins y es impresionante como ha crecido en tan poco tiempo, con mucho público incluso en las sesiones celebradas entre semana por la tarde y añadiendo además una nueva sala de proyecciones, La Gótica, donde se han podido ver películas de forma totalmente gratuita. Pero no solo eso, sino que también se han ampliado el número de largometrajes hasta treinta y tres, y todo sea dicho, ha aumentado la calidad de los mismos. Por no hablar de la gran cantidad de actividades que ofrece el festival: sesión de cortos para niños, conferencias, Room Escape, Gatroterror, Horror Juegos, concursos y presentaciones de libros, entre muchas otras.
Además, como responsables de los Blogos de Oro, hemos colaborado con el festival organizando dos premios de la crítica, el de mejor largometraje, y por primera vez el de mejor cortometraje. Por otro lado podéis consultar nuestra cobertura aquí, con mini críticas de 26 películas que se han proyectado en el festival y de los 19 cortometrajes que entraban a competición. Esta vez no hemos tenido la suerte de poder hacer entrevistas, pero aún así hemos visto más películas que nunca y aquí os dejamos nuestras cinco favoritas de las descubiertas por primera vez en Terrormolins.
La que más nos ha gustado, y que dejamos pasar en Sitges para disfrutarla en la maratón de 12 horas, ha sido Revenge, sencilla en lo que cuenta pero deslumbrante en el modo de hacerlo, que a pesar de verla con altas expectativas, las ha cumplido de sobra. En segundo lugar la que consideramos la gran triunfadora del festival, Super Dark Times, premio Blogos de Oro al mejor largometraje, mención especial por su guión, y cuyo protagonista, Owen Campbell, ha sido premiado como mejor actor.
Las tres siguientes podrían ir en cualquier orden, ya que todas son ideales para un festival de este tipo, sobre todo Framed, película inaugural que ofreció lo que el público quería, sangre, ultraviolencia y diversión. Similar en bestialidad es Mayhem, que también es una locura insana que, pese a sus carencias narrativas se disfruta de principio, y totalmente opuesta a Les affamés, nuestra última preferida que elige el camino más sobrio y menos explícito dentro del subgénero zombie para contarnos una íntima historia apocalíptica.
Para acabar, como siempre decimos, lo mejor es el trato cercano y personal que la organización tiene con prensa y público, y que nos hace sentir como en casa cada vez que vamos. Así que por nuestra parte esperaremos impacientes la siguiente edición del festival al que os aseguramos que asistiremos hasta el fin de los tiempos, haga calor, frío, llueva, granice o haya una invasión extraterrestre o de muertos vivientes, sea como sea...
¡Nos vemos el año que viene en Terrormolins 2018!
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