De entrada la cosa promete: dos niños roban el coche patrulla de un sheriff corrupto. El problema en estas ocasiones es que los personajes infantiles suelen ser repelentes, y las excepciones son contadas, como en este caso. El estúpido comportamiento de los chavales, culpa del guion, no impide que simpaticemos con ellos desde el primer momento y nos mantengan en vilo todo el metraje, mientras son torpemente perseguidos por un insulso Kevin Bacon. De corta duración, lo que le beneficia, y con un inicio en tono de comedia que va amargándose hasta un duro final, permiten una agradable diversión sin mayores pretensiones.
Puntuación @tomgut65: 5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.