Despedida por
todo lo alto (o de altos vueltos) de un grande de la animación con la película
más madura de su filmografía y que, a pesar de estar inspirada en hechos reales
y ambientada en una de las épocas más convulsas de Japón,
mantiene intactas la magia y la ternura a la que nos tiene acostumbrados el
realizador nipón. A pesar de su duración se hace realmente corta y de hecho
se agradecerían unos cuantos minutos más, ya que después de lo bien retratados
que están todos los personajes y la calma con la que nos han narrado sus
vivencias, llegamos a un final algo brusco y que nos deja un regusto agridulce,
tanto por la realidad que nos muestra como por saber que no disfrutaremos de
más largometrajes del maestro Miyazaki.
Mi
puntuación: 7/10
Genial, me encanta la crítica.
ResponderEliminarEstoy en todo de acuerdo menos en la puntuación, espero que algún día le subas un puntillo. Jajajaja.
Saludos!
Muchas gracias. Es que el final me descolocó un poco pero nunca se sabe quizás se la acabe subiendo ;)
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