La memoria infantil juega malas pasadas, sobre todo en nuestro caso, ya que lo más característico y llamativo de este mítico largometraje navideño de los años noventa es el enfrentamiento de su joven protagonista contra dos ineptos y estúpidos ladrones, lo cual apenas supera los diez minutos de duración. Eso no impide que sea sumamente entretenida tocando temas que giran alrededor de la familia y la soledad, profundos a la par que convencionales, pero también irrelevantes para los niños que la disfrutaron en su momento y que quedaron marcados por las desventuras de Kevin, sobre todo el propio Macaulay Culkin, quien seguramente se haya arrepentido muchas veces veces haberla protagonizado.
Mi puntuación: 6/10
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