Un tren, un barco, una nave espacial o un avión en pleno vuelo, como en este caso, y el pasaje atrapado sin vía de escape ante cualquier imponderable que a unos guionistas crueles se les ocurra. Pues mejor dos de esos imponderables que uno, por ello los de Netflix han juntado a unos secuestradores y una vampiro en dicha aeronave para liarla gorda. Dos horas movidas a base de sangre, gritos, alguna estaca improvisada y mucho desmadre sin tregua. Aunque para todo eso no eran necesarios ciento veinte de alargados minutos y un chiquillo con las inevitables escenas lacrimógenas que conlleva. Producto eficaz, bien pulido para todo amigo de los chupasanagres y la acción pura y dura, ni más ni menos.
Puntuación @tomgut65: 5/10
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