Solamente seis capítulos componen esta miniserie británica en la que prácticamente cinco de ellos sirven como una alargada introducción de lo que realmente quieren contarnos. De este modo lo que tenemos es un rebuscado trío amoroso donde la intriga narrativa y los juegos psicológicos se suceden incesantemente, con revelaciones surgidas a base de flashbacks y confesiones de sus protagonistas, mediante la mirada de una madre separada que al parecer goza de una vida tan acomodada y anodina que decide meterse en este embrollo del que todos sabemos que no saldrá muy bien parada.
En lo referente a la producción cumple los estándares genéricos actuales de calidad, ya sea en realización, fotografía e interpretaciones contenidas, sin destacar en nada para bien o para mal, con la única intención de crear la ambientación idónea para que el halo de misterio nos mantenga en vilo hasta alcanzar un desenlace WTF, que en cuestión de minutos reinventa/revienta la serie, para darle un toque diferente que la mejora lo suficiente para conseguir un aprobado, aunque en perjuicio de la poca verosimilitud que le quedaba.
Mi puntuación: 5/10
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