Concisa comedia romántica del prolífico director y guionista Woody Allen, que como hizo treinta y seis años después con Midnight in Paris, hace uso de la fantasía para contarnos una historia llena de inquietudes reales con personajes cuyas vidas no son nada satisfactorias. Y esta vez lo hace homenajeando e ironizando sobre el mágico poder del séptimo arte, capaz de traspasar literalmente la pantalla para transportarnos a un mundo idealizado, donde la dulzura y la pureza de sus protagonistas encandilan al espectador. Ellos son los responsables de deleitarnos con diversas secuencias que navegan cómodamente entre el amor repentino, una pizca empalagoso todo sea dicho, y lo mejor de todo, un estilo de humor bastante absurdo pero realmente gracioso.
Mi puntuación: 7/10
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