Aprovechando la moda de las salas de escape, surge este largometraje de terror que podríamos considerar una versión "familiar" de la saga Saw. Sangre no veremos mucha, pero la tensión que lleva al límite a sus personajes es palpable, y no cesa en toda la película, que si bien no pasará a los anales del género, es ideal para pasar noventa minutos rabiosamente entretenidos. Y ya que la resolución de la historia tampoco es que desborde originalidad precisamente, lo que sí han intentado es otorgarle un estilo de realización y un diseño de producción llamativo y ciertamente elaborado, para que al menos luzcan bien sus cinco protagonistas, sus decorados y goce de la calidad mínima necesaria para que no tengamos más escapatoria que ver su inevitable segunda parte.
Mi puntuación: 6/10
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