Por muy llamativo que sea el contexto histórico y la ambientación militar que compone formalmente este clásico del cine, indudablemente los mejores momentos nos los brinda un inmejorable sexteto actoral (Burt, Clift, Kerr, Reed, Frank y Ernest) que desprende chispas y talento cada vez que coincide en pantalla en sus diferentes combinaciones, y que además nos deja escenas ya icónicas del séptimo arte. Estas mismas secuencias a veces resultan inconexas entre ellas, y por muy osado que sea para su época tratar el adulterio o la prostitución sin tapujos, el alto grado de machismo y patriotismo están muy presentes, lo que no oculta sus innegables cualidades artísticas en una película donde la épica y el "romanticismo" se dan de la mano como solo se podía hacer antaño.
Mi puntuación: 7/10
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