Lisbeth Salander ya se ha convertido en un personaje paradigmático del empoderamiento femenino en el cine y la literatura, y esta vez es ella la única protagonista de la última entrega de la saga Millennium, dejando a otros personajes fijos en meras comparsas. El director uruguayo Fede Álvarez aparca la reflexión y las tramas complejas para sumergirse en la pura acción y convirtiendo a la hacker sueca en una heroína omnipresente y casi omnisciente, que recibe palos pero que reparte a tutiplén como vengadora y protectora de los débiles en contra de los grandes criminales amparados por las mafias y los estados corruptos. En cualquier caso, ha quedado una película vertiginosa, potente en todas sus facetas, incluyendo a una gran Claire Foy y una banda sonora perfecta de nuestro Roque Baños. En poco se parece al libro original, el cuarto y más discreto de la serie, al que incluso mejora, aunque las letras y las imágenes sean lenguajes diametralmente diferentes.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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