Los bichos que persiguen Mulder y Scully en "Expediente X", o los hermanos Winchester en "Sobrenatural", también tienen su vida y su corazoncito, como todo hijo de vecino. Aparte de los problemas para hacer desaparecer a las víctimas de sus necesidades vitales también se enamoran y buscan la felicidad. Estas peripecias son la rutina diaria que, con abundantes toques de humor y socarronería salpicadas de tragedia y remordimientos, desentraña esta pequeña producción independiente canadiense. De forma accesible y sencilla, por momentos casi desganada, y con una dirección algo plana, casi televisiva, avanza la historia de un metamórfico que, muy probablemente y en otras manos, podría haber dado mucho más de si.
Puntuación @tomgut65: 5/10
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