Esta segunda trilogía mutante ha ido en ascenso desde una primera generación que ha madurado con firmeza hasta alcanzar esta apocalíptica aventura donde priman los dilemas éticos y morales de los personajes por encima de las batallas. La película cobra más sentido si hemos visto las dos entregas anteriores, sobre todo para entender las motivaciones de sus protagonistas, aunque se puede disfrutar por sí sola gracias a un magnético ritmo narrativo que hace que sus dos horas y media pasen a toda velocidad en la trama más oscura de la saga, salpicada de todos modos con algún que otro momento gracioso. Lo mejor es que no nos saturan con infinidad de superhéroes ni con peleas caóticas, siendo la más cercana en espíritu y diversión a la primera de X-Men que entró en nuestras mentes hace ya dieciséis años.
Mi puntuación: 7/10
Mini críticas de todas las películas de la saga X-Men.
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