Lo que
puede parecer de entrada una película fantástica se convierte en un drama con
un trasfondo de ciencia ficción que nos mete de lleno en la tragedia personal
que rodea a los protagonistas y en como la aparición de otro planeta Tierra les
afecta y cambia sus vidas. Con un estilo de dirección pausado y meticuloso,
unido a la fuerza y realismo de las interpretaciones, nos encontramos ante uno
de los mejores largometrajes estrenados en dos mil once y que para desgracia de
muchos pasó desapercibido por la cartelera. Toda una sorpresa que además te
regala con un final tan abierto como perfecto para mi gusto.
Mi puntuación: 8/10
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