Desgraciadamente la Fox decidió
coger a uno de los peores directores de los últimos años junto a un guionista
de segunda fila para hacer la peor película de esta saga con diferencia. Y es
que Bruce Willis ha dejado de lado a McClane y su sufrida e irónica
personalidad para convertirse en una especie de "Terminator" que en sus tres escenas de acción se limita
a conducir vehículos y matar muchos malos con armas pesadas. A esto le sumamos
una realización caótica, con una historia y unos malos de risa, quedándonos
sólo un mediocre largometraje de espías que por suerte dura poco y no es
demasiado aburrido.
Mi puntuación: 4/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por comentar!
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.