Algo que caracterizaba las dos primeras entregas del simbionte negro eran sus tramas directas y sencillas que no se complicaban ni en el qué ni el cómo, y donde la principal gracia era la inseparable relación de su mimetizado dúo protagonista. Todo esto se ha perdido en esta tercera parte, ahora lo importante es meter nuevos personajes a diestro y siniestro por si alguno da pie en el futuro a más largometrajes, olvidándose de contar como es debido el que estamos presenciando. Y es que parece que estamos ante un batiburrillo de ideas mezcladas sin orden ni sentido y narradas a toda pastilla dentro de un caos visual, con secundarios que intentan ser graciosos y en realidad no pintan nada, y quitando protagonismo a Brock/Venom, los mejores de una película que desaprovecha la ocasión para poner un broche digno a una villano venido a superhéroe que podría haber dado mucho más juego.
Mi puntuación: 3/10
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