La nueva película china del director Adrià Guxens alza el vuelo

El director tarraconense Adrià Guxens presentará ante la industria del cine español su nueva película, que lleva por título ‘Lóngquán’ y que produce Anna Moragriega, de Pausa Dramàtica Films. Será en el marco de Abycine LANZA, donde el proyecto ha sido seleccionado en colaboración con Catalan Films. El evento, que tendrá lugar a finales de esta semana y que se erige como el Mercado del Audiovisual Independiente, ya ha acogido en el pasado a títulos de éxito como ‘20.000 especies de abejas’ o ‘Sobre todo de noche’, que pasaron este año por la Berlinale y el Festival de Venecia, respectivamente.

‘Lóngquán’ constituye el salto al largometraje de Adrià Guxens y, como ya hizo en sus últimos cortometrajes, volverá a adentrarse en la cultura china. El film cuenta la historia de Junyi, un joven bailarín catalán de origen chino que está preparando un nuevo espectáculo de danza que lleva por título ‘LÓNG’ (dragón, en chino). Nos encontramos en las festividades del Año Nuevo Lunar —empieza el año del dragón— y Junyi se ha reunido con su familia paterna para celebrarlo. Sin embargo, en medio del júbilo recibe una llamada inesperada de su madre: parece que su abuela, de 95 años, ha enfermado de repente y le pide que vaya a su pueblo, Lóngquán, para visitarla. Junyi se niega al principio, pues solo ha visto a su abuela una vez, cuando tenía siete años, por lo que no tiene ningún vínculo emocional con ella ni con su país de origen. No obstante, finalmente acaba claudicando ante la presión familiar, pensando en utilizar el viaje para encontrar esa esencia verdaderamente asiática que siente que le falta a su espectáculo.

“Con Lóngquán pretendo adentrarme en ese fascinante universo lleno de contradicciones de aquellos que, como Junyi, son vistos como ‘chinos’ a pesar de haber nacido en España, aunque que, a la vez, son tratados como occidentales cuando ponen un pie en Asia. Este conflicto identitario —el no sentirse de aquí, pero tampoco de allí— es algo de lo que Junyi y yo hemos hablado a menudo, por lo que quisimos plantear una película que nos permitiera abordar todos estos sentimientos y emociones contrapuestas que, a la vez, comparte con tantos jóvenes de la diáspora asiática”, comenta Guxens, a lo que Junyi Sun añade: “Es una oportunidad para mirar con atención a las raíces y cuestionar el significado de la palabra origen y de la herencia que inevitablemente nos acompaña para profundizar en nuestra identidad, tanto individual como colectiva”.

En cierta manera, esta película será la continuación de su último trabajo, ‘Un soroll llunyà’, cortometraje que se estrenó en el Festival D’A de Barcelona y que podrá verse a lo largo del otoño en media docena de festivales de cine, siendo el primero de ellos el Asian Film Festival Barcelona. Como ese proyecto, ‘Lóngquán’ también partirá de la realidad más absoluta para construir una historia a su alrededor con tintes de ficción, si bien los protagonistas serán el propio Junyi Sun y su familia. 

En palabras del director, “uno de los mayores retos de este proyecto es la creación de un dispositivo fílmico lo suficientemente poroso para poder fluc¬tuar en todo momento entre la ficción y la no-ficción. Esto es algo que ya empecé a explorar en ‘Un soroll llunyà’ y que he seguido practicando en los dos cortometrajes que he rodado desde entonces”.

La producción tiene previsto llevarse a cabo durante la próxima primavera en la provincia china de Zhejiang, aunque antes de ello, Guxens estrenará un nuevo cortometraje que rodó en China el pasado mes de julio y que lleva por título ‘Una canción Hakka’. Se trata de un proyecto documental que se rodó en una comunidad rural que sigue viviendo en unos particulares edificios circulares llamados ‘tulou’ que tienen más de 500 años de antigüedad. “Probablemente ha sido la experiencia de rodaje más radical que he vivido, pues no solo éramos solo dos personas en el rodaje —una productora/sonidista/traductora y yo, que me encargaba de la dirección, el guion y la fotografía—, sino que algunos de los habitantes de la aldea que nos acogió no habían visto nunca a un occidental ni hablaban chino mandarín, por lo que tuvimos que guiarnos por la intuición y el lenguaje no verbal”, concluye. 

‘Una canción Hakka’ cerrará la trilogía acerca de los conflictos intergeneracionales de la “Nueva China” que Guxens empezó con ‘No creo que vaya a llover’, cortometraje ganador de una Biznaga de Plata en el Festival de Málaga que luego fue candidato a los Premios Gaudí del cine catalán, y que continuó con ‘Un soroll llunyà’.