lunes, 17 de abril de 2023

La momia

La resurrección accidental de la momia de Imhotep por un arqueólogo ensimismado en sus labores abre de forma soberbia este clásico de la Universal, y la imponente estampa de Boris Karloff, con vendas o sin ellas, mantiene bien alta la sugestión, aunque no tanto como para aquel público que en 1932 debía considerar a la cinta el no va más del terror. Con los ojos actuales, de terror nada de nada si tienes más de siete años, pero su vigencia mítica se mantiene incólume, sigue siendo la mejor aparición del monstruo egipcio en el cine, sobre todo, vistas las sucesivas que ha habido hasta ahora, y eso que ha llovido mucho desde entonces. Es, en realidad, una fantasía mágico-romántica cuyos derroteros van de más a menos y que los habituados a los productos de acción y efectos desmedidos encontrarán ingenua, aburrida o risible. Afortunadamente aun hay quién sabe apreciar la solera, situar adecuadamente el contexto y puede reconocer fuste e influencia. A esos casi siempre los llaman rancios o directamente friquis.

Puntuación @tomgut65: 7/10



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