El Festival de Cine de Terror de Molins de Rei llega a su 41ª edición con una programación de largometrajes ecléctica que apuesta por lo más destacado del cine de género del año y que se adentra, a la vez, en cinematografías poco exploradas procedentes de unas veinte nacionalidades. Encabeza la programación Mad Heidi, una adaptación en clave de comedia de terror del famoso personaje alpino creado por la escritora Johanna Spyri y posteriormente llevado al anime por Isao Takahata. El film de Johannes Hartmann y Sandro Klopfstein enfrenta a Heidi con las brutales tropas gubernamentales cuando éstas asesinan su pareja en una batalla que provocará ríos de sangre. Entre las otras películas que se podrán ver en el festival hay la premiada cinta mexicana Huesera, la senegalesa Saloum, la rareza francesa Jacky Caillou o Terrifier 2 en première española. La noruega The Nightmare, debut de la directora Kjersti Helen Rasmussen, sobre una mujer que empieza a sufrir unos sueños alarmantemente reales, será el film de clausura del TerrorMolins 2022.
Sección Oficial: el más selecto del cine de género
La principal selección a concurso del TerrorMolins hace una apuesta por cineastas debutantes y nuevas voces, y se adentra en los territorios del body horror y el terror psicológico. Sexo, violencia y cultos religiosos son el cóctel explosivo que propone John Swab en Candy Land, una película sobre un grupo de prostitutas que acoge una joven que huye de un peligroso grupo religioso. Desde Luxemburgo llega Wolfkin (Kommunion), de Jacques Molitor, una revisión fresca sobre el mito del licántropo que funciona también como un coming-of-age crítico con las miserias de la sociedad centroeuropea. La película indonesia sobre espíritus y posesiones Before Night Falls, de Helfi Kardit, es una nueva muestra del espléndido estado de forma del país asiático en la producción de cine de género. La directora mexicana Michelle Garza Cervera presenta Huesera, un atmosférico body horror sobre embarazos, ilusiones y miedos de maternidad que ganó el premio al mejor debut al Festival de Tribeca. Igual que la obra de Garza Cervera, la austríaca Family Dinner se adentra en los miedos corporales para hablar de una joven que se traslada una temporada a la casa de unos parientes en el campo para perder peso, pero lo que se encuentra es un ambiente opresivo y malsano. En Viejos, la nueva película de los directores Raúl Cerezo y Fernando González Gómez —presentes en el TerrorMolins 2021 con La pasajera—, los protagonistas son los miembros de una familia que, en medio del verano más caluroso, se ven perturbados por la llegada del abuelo de la familia después de la terrible muerte de la abuela. Como Viejos, las también españolas Slasher y Para entrar a vivir forman parte de la Sección Oficial, fuera de competición. El debut del cineasta gallego es, como su nombre indica, un slasher que sobre la familia y las tradiciones, y la película de Pablo Aragüés y Marta Cabrera, protagonizada por Bárbara Goenaga, Gorka Otxoa, Luisa Gavasa y Kira Miró, es una comedia sobre una casa encantada sospechosamente servicial... Todas estas películas se suman a las ya anunciadas Megalomaniac, Deadstream, Unicornio Wars, Speak No Evil y Project Wolf Hunting.
Bloody Madness: el terror más feroz del año
La sección más extrema del TerrorMolins traerá siete títulos —cuatro de los cuales son estreno a catalana y/o española— donde la sangre y las interioridades humanas son las protagonistas. Sissy, de Hannah Barlow y Kane Senes, estrenada en el festival SXSW, es una oscurísima tragicomedia sobre acoso escolar e influencers donde un fin de semana de reencuentro se convierte en el infierno de los likes; en Day Zero, de Joey de Guzman, un ejército de zombis amenaza con arrasar Filipinas y el mundo entero en un film que combina la acción carcelaria y el terror más visceral; en The Price We Pay el veterano cineasta japonés Ryûhei Kitamura se traslada a los Estados Unidos para dirigir este híbrido entre La matanza de Texas y Martyrs sobre unos delincuentes fugitivos que van a parar a una granja aislada y aparentemente inofensiva... Art, el payaso asesino, hermano ilegítimo de Pennywise, vuelve para aterrar a todo el mundo que se le ponga por delante en Terrifier 2, de Damien Leone, en una segunda parte que eleva su protagonista a personaje de culto; el dúo de directores británicos Adam Leader y Richard Oakes presentan Feed Me, una película llena de un humor negro y visceral sobre suicidio asistido... y canibalismo; Everybody Dies by the End, de Ian Tripp y Ryan Schafrer, toma la forma de falso documental y habla sobre un rodaje tenso y accidentado, obra póstuma de un director de terror de serie Z que recuerda a cineastas como Corman o Jess Franco.
Being Different: el encanto de la variedad
La sección que acoge los films más heterogéneos y singulares nos traslada a los terrores de países como Irán, Senegal o Corea. Saloum es el título del film de Jean Luc Herbulot y es también el nombre de un antiguo reino senegalés sobre el cual todavía hay muchos misterios sin resolver. Este pasado místico y oscuro se mezcla aquí con un presente donde unos fugitivos buscan refugio en el lugar... Y se encuentran otra cosa. En Zalava, de Arsalan Amiri, estrenada en Toronto y Venecia, también hay un hallazgo aterrador: la de una niña aparentemente poseída en un pueblo remoto de Irán; la coreana Seire, debut de Park Kang, optimiza al máximo imagen, sonido y puesta en escena en una obra de horror minimalista sobre muertes, neonatos y tradiciones truncadas; y de Corea a los Alpes franceses con Jacky Caillou, de Lucas Delangle, una sugerente obra presentada en Acid Cannes alrededor de un adolescente y su abuela, una respetada curandera que parece tener poderes mágicos. De los Estados Unidos llegan Hypochondriac, de Addison Heimann, una angustiosa alegoría sobre las dolencias mentales sobre un joven que empieza a tener alucinaciones terroríficas, y A Wounded Fawn, de Travis Stevens (Jacob’s Wife, TerrorMolins 2021), una retorcida versión del juego del gato y el ratón protagonizada por una curadora de museo y su cita “romántica”.
True Survivor: la parada de los monstruos
Desde el año pasado, el recuperado espacio del Teatre del Foment de Molins acoge la sección más arriesgada y extravagante del TerrorMolins, que este año trae uno de los grandes nombres del underground japonés, Yoshihiro Nishimura, con la extrema Holy Mother, así como el nuevo film de Marc Carreté, Lagunas, la curada del diablo, que vuelve a casa con una película oscura y perturbadora protagonizada por Joan Frank Charansonnet, Patricia Bargalló y Miquel Sitjar. Cierra la sección Emesis (Pussycake), de Pablo Parés, sobre un grupo de rockeras que se enfrenta a los zombis en plena pampa argentina.
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