martes, 29 de marzo de 2022

Cariño, he encogido a los niños

El tiempo a veces juega a favor de muchos largometrajes y otras en contra, y el recuerdo que tenía de esta película no era precisamente tan memorable como lo icónica que ha llegado a ser con el paso de los años en la cultura popular, y tras verla tres décadas después de su estreno, se confirma el poco cariño que le tenía. Cierto es que las escenas de los miniaturizados niños en un gigantesco jardín tienen su gracia, pero son más escasas de lo previsto, y el decorado construido para la ocasión acaba resultado reiterativo. Además, para rellenar, se sitúa a las dos parejas de padres en situaciones carentes de todo sentido, algunas divertidas, otras incomprensibles pero en general insustanciales, salvando los muebles, diminutos en este caso, unos ingeniosos efectos especiales y trucos de cámara que compensan la poca inspiración narrativa.

Mi puntuación: 5/10



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