Una de las mayores obras literarias de todos los tiempos es adaptada a la gran pantalla con un resultado notable, logrando lo más importante, transmitir con firmeza el poderoso mensaje antitotalitarista de la novela original e impactando visualmente con una escenografía oscura, sucia y deprimente. Se nota que al pasar del papel al fotograma gran parte del contexto distópico tuvo que ser reducido, contado apresuradamente o directamente omitido, por lo que en ocasiones cuesta seguir el hilo, pero aún así, lo que nos cuenta goza de la suficiente coherencia como para entender a la perfección qué está ocurriendo y para ponernos los pelos de punta con algunas presuntas exageraciones del funcionamiento de nuestra sociedad que resultan ser más realistas de lo que somos capaces de reconocer.
Mi puntuación: 7/10
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