De vez en cuando Spielberg se pone serio para contarnos algún hecho histórico relevante, y en este caso nos narra un momento clave en la vida de uno de los presidentes americanos más conocidos e importantes de todos los tiempos. Sin ser una película que deja huella, al menos hay que verla una vez en la vida, ya que cumple su objetivo informativo, sobre todo si no estás muy versado en la historia estadounidense, y lo hace de un modo eficiente y directo, aunque lo de fidedigno dejaremos que lo valoren los expertos. Pero sin duda lo más destacado son las actuaciones de un talentoso elenco con Sally Field y Tommy Lee Jones en plenitud de facultades, y sobre todo un infalible y inconmensurable Daniel Day-Lewis que arrasó en la época de premios culminando con el tercer Oscar de su presidencial carrera.
Mi puntuación: 5/10
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