martes, 7 de enero de 2020

1917

Esta no es una cinta bélica pura y dura, sino una película ambientada en una guerra donde sus protagonistas deben cruzar las líneas enemigas para cumplir su misión, como si de una Odisea épica se tratara. Pero lo realmente especial es que para narrar esta despiadada "aventura", sus responsables han decidido hacerlo en tiempo real y simulando que se ha rodado en una sola toma. Un prodigio en técnica y realización que pone la piel de gallina por su dificultad, y por el brillante modo de llevarla a cabo, ya que a nivel visual, tanto en fotografía como en puesta en escena, no han reparado en gastos, ofreciendo un espectáculo abrumador e hiperrealista. Hay que verlo y vivirlo en tus propias carnes para sentir el enorme logro que han conseguido con esta maravilla cinematográfica que se sitúa entre los mejores largometrajes de su género.

Mi puntuación: 8/10


Mini crítica de @tomgut65

La Primera Guerra Mundial, el último gran conflicto en el que las trincheras tuvieron todo el protagonismo en los frentes. Sam Mendes sitúa en ese escenario la epopeya heroica de dos soldados hacia una misión casi suicida. Pero la épica no obliga al competente director británico a rebajar ni un ápice la cruda realidad de que las tropas convivían con las ratas, el barro, la inmundicia humana y la muerte. Todo ello reconstruido con meticulosidad cartesiana, desde las nauseabundas zanjas hasta el sonido ensordecedor de los obuses o el silbido de las balas. Estructurada en dos partes claramente diferenciadas, y rodadas ambas en virtuosos planos secuencia en tiempo real que agudizan el realismo y las sensaciones abrumadoras, flaquea en los aspectos meramente narrativos al hallarse tupida de convencionalismos propios de tantas ficciones bélicas. Veremos si el tiempo la convertirá en una obra emblemática sobre la Gran Guerra.

Puntuación: 7/10


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