Casi rozando el mediometraje, debido a que apenas supera la hora, dura esta cruenta película a la que le hubieran venido bien unos minutos más, ya que tras someternos a un calvario en el que torturan física y psicológicamente a una tierno elefante, llegamos a un épico final donde deben resarcirnos del sufrimiento provocado, y todo se liquida en apenas tres minutos que no reparan el mal cuerpo acumulado. Y hasta llegar a ese punto nos han mostrado delirios alcohólicos, maltrato animal y racismo descarado, todo un devenir de lecciones no muy adecuadas para los niños, que en nuestra caso ya dejó una huella negativa cuando éramos pequeños y que no ha sido enmendada tras revivirla de adultos.
Mi puntuación: 4/10
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