Secuela spin-off de la trilogía protagonizada por George Clooney en la que el cambio más sustancial no es que los hombres hayan sido sustituidos por mujeres, sino que su director ya no sea Steven Soderbergh, lo que supone una pérdida de estilo en realización con un montaje excesivamente convencional y una falta alarmante de garra, desparpajo y energía. Si bien la película se salva parcialmente por el carisma de todas las actrices, y el talento de algunas de ellas, su trabajo actoral se ve ensombrecido por un guión que sigue la mecánica habitual de reclutamiento, planificación y ejecución, pero lleno de lagunas y que falla en su intento de sorprender. En definitiva, apenas innova y divierte lo justo.
Mi puntuación: 4/10
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