El director Alexander Payne siempre intenta ser alternativo, diferente, y casi siempre lo logra, no obstante esta vez nos narra un cuento con moraleja, un relato de ciencia ficción humanista y con valores, más convencional de lo esperado, con un humor mordaz que roza la parodia pero sin salir de los cánones comerciales al uso. Esta versión grandilocuente de “El increíble hombre menguante”, algo larga y de ritmo descendente, tiene su mayor virtud en el tono irónico que impregna toda la historia, desde un principio prometedor hacia un final acomodaticio y con mensaje, como toda parábola debe tener. Interesante con intermitencias y, en todo caso, agradable y distendida.
Puntuación @tomgut65: 6/10
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