El director de la sorprendente Triangle se acomoda en este thriller del montón, que a pesar de intentar dar un giro al género con algunos recursos curiosos para descolocar al espectador, el efecto se queda justamente en eso, un mero intento. Realmente pocas cosas malas se pueden destacar, los actores cumplen, la historia hace su función y la puesta en escena es correcta, en definitiva una película pasable en líneas generales que no aspira a nada más que ofrecer una versión modernizada del cine negro clásico, que tiene mejores exponentes en otras cintas de este siglo como Brick.
Mi puntuación: 5/10
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