La pelea por afrontar y superar dramas familiares se materializa de forma física en esta película que, en apariencia es de artes marciales mixtas, pero que en el fondo trata temas mucho más relevantes. El antagonista duelo que mantienen los dos actores principales está lleno de fuerza dentro y fuera del ring, con unos Tom Hardy y Joel Edgerton ofreciendo las mejores interpretaciones de sus carreras, apoyados por el veterano Nick Nolte en un papel que le va como anillo al dedo. Una película de lucha donde los puñetazos son lo de menos pero que se alza con el cinturón de campeona dentro de su pugilístico subgénero.
Mi puntuación: 8/10
Totalmente de acuerdo con esta crítica, creo recordar que yo también le di un 8.
ResponderEliminarEso quiere decir que tienes tan buen gusto como yo jeje ;)
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