Una curiosa película que se mueve entre el musical y el cine de mafiosos contándonos varias historias que convergen en el famoso club de Nueva York sin que ninguna de ellas acabe de despegar ni cuajar por completo. Diferentes estilos cinematográficos se entremezclan mientras que los actores simplemente cumplen en sus papeles interpretando personajes que evolucionan súbitamente ante nuestros ojos sin que realmente importen demasiado sus vidas. Los números de baile aparecen y desaparecen a conveniencia, y los recursos fílmicos de su extraño pero interesante final, podrían haber aportado algo diferente de haberse usado más a menudo en un largometraje que al menos sabe como captar la atención del público.
Mi puntuación: 5/10
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